El ajedrez y el TDAH

Esta mañana leyendo los periódicos, me he encontrado esta noticia en el diario online del Abc. 

Por lo visto han hecho un estudio sobre este gran juego, en el que se ha comprobado mejora el comportamiento, ayuda a mostrar tolerancia ante la frustración, desarrolla la memoria y el cálculo, fortalece el carácter... A nadie se le escapa los beneficios que aporta a los menores jugar al ajedrez. De hecho, en breve se convertirá en una asignatura en todos los colegios de España.


¿En qué beneficia el ajedrez a los niños con TDAH?

1. Mejora de los síntomas nucleares del TDAH

En primer lugar, los niños y adolescentes que practican regularmente ajedrez mejoran en los síntomas cardinales del TDAH (hiperactividad, impulsividad, e inatención).

 2. Generación de hábitos

Parece que ayuda en la generación de hábitos.

 3. Entrena la toma de decisiones

Aquellos menores que también practicaban otros deportes, como el fútbol, parecían mejorar sin esfuerzo en los mismos, por lo que no es de extrañar que la práctica regular del ajedrez podría ayudar tomar las decisiones adecuadas. Sabemos que las personas con TDAH toman decisiones de manera irreflexiva, lo cual se relaciona con un funcionamiento inadecuado de su corteza pre-frontal. En el ajedrez, como en la vida, se están tomando continuamente decisiones, y los errores en la vida se pagan caros. En  el ajedrez, como en la vida, hay que ponderar diferentes alternativas antes de tomar una decisión y el ajedrez puede ayudar a ello.

4. Mejora de las competencias cognitivas y sociales

El ajedrez mejora las competencias cognitivas y sociales, que son dos de las áreas más afectadas en los niños con TDAH. En un estudio se encontró que ayudaba a mejorar las relaciones interpersonales. Y es que, a diferencia de otros deportes, el ajedrez es un juego entre dos personas, con unas normas muy claras y en el que, generalmente, tras finalizar la partida, los contendientes se quedan analizando la partida, y cada uno de ellos aporta posibles jugadas que no quedaron reflejadas en el tablero. Además, el hecho de que sea un deporte “a dos” facilita la interacción entre personas lo que hace que el ajedrez sea muy recomendable en personas con TDAH u otros trastornos en los que haya dificultades interpersonales (por ejemplo, en el síndrome de Asperger). De hecho, si alguien quiere que su hijo “funcione” bien en deportes de equipo y tiene unas pobres habilidades sociales, mi recomendación sería que empiece por el ajedrez y por otros deportes en los que la relación es principalmente 1 a 1 –tenis, judo, kárate-, y que, posteriormente, ya se integre en deportes “de equipo”.

5. Mejora de la autoestima y la tolerancia a la frustración

La práctica regular de ajedrez sirve para mejorar la autoestima –cuando se ganan las partidas o al menos, se hace un buen juego- y mejora la tolerancia a la frustración, y a regular y controlar los sentimientos o emociones que la acompañan –rabia, ira-, ya que, evidentemente, se pierden muchas partidas de ajedrez, lo cual obliga a nuestros pequeños ajedrecistas a que generen mecanismos de auto-regulación de su impulsividad. Además, la retro-alimentación es inmediata.

6. Mejora de la memoria visual y de trabajo

Es evidente que el ajedrez ayuda a mejorar las habilidades visuo-espaciales (memoria visual) y la memoria de trabajo. En la práctica del ajedrez es fundamental memorizar patrones de jugadas, que durante la competición, hay que recordar, intentando aplicar la mejor de las opciones disponibles. Asimismo, el ajedrez fomenta la planificación y organización

¿Qué opináis vosotr@s? ¿Lo habéis probado? Espero vuestras respuestas.

Comentarios

Entradas populares